Sala:
de Raspamento (Planta 1)
Pablo Pizarro, el escultor de los árboles de vidrio, presenta este viernes, 31 de mayo a las 19:00 horas, “Entre maleza”, su última exposición en el Museo Tecnológico del Vidrio de la Real Fábrica de Cristales de La Granja.
San Ildefonso, 30 de mayo de 2019
Esta exposición muestra la obra más reciente de Pablo Pizarro, donde el acero ha ido perdiendo protagonismo llegando a aparecer de manera casi testimonial, como una estela del pasado. Grandes troncos de madera son habitados por múltiples organismos vítreos que forman un nuevo universo onírico. En su obra da vida a una serie escultórica en la que lo orgánico y lo inerte se combinan.
Vidrio y madera entrelazados con un mensaje común: el arte consiste en transformar, en reutilizar, para no sucumbirnos.
El escultor Pablo Pizarro vuelve a subrayar su compromiso con la urgencia climática con su nueva muestra: “Entre Maleza”. Una veintena de obras con las que el artista recuerda que la materia (como la energía) no crea ni se destruye, sólo se transforma. Reutilizarla (para el arte) cuando otros la desechan (incluso en su vida cotidiana) es su principio fundamental.
Vidrio reciclado y troncos en descomposición, atacados por el clima, hongos o insectos, son para él elementos recuperados y dignificados, dotándolos de una auténtica alma vítrea.
Pizarro reconquista así este espacio de La Granja granjeándose, con su arte coherente, la valoración positiva de aquellas personas que son conscientes del momento decisivo que vivimos en el planeta y la necesidad de expresarlo con elementos nacidos de sus propias entrañas. Así, los árboles, los troncos, cobran dignidad en la obra de este artista castellano multidisciplinar, que propone dejar de utilizarlos como mero combustible para enmarcar la luz de su otro gran elemento: el vidrio, al que la madera reconoce como un elemento hermano por parte madre, de la madre Naturaleza.
Foresta y cristal que ponen en valor lo que los seres insensibles no valoran: los troncos tienen madera de material noble y el vidrio es capaz de reflejar (de reflejarnos) que estamos en un momento definitivo e irreversible de nuestra especie. El que ambos materiales se unan para pedir a gritos ayuda es algo más que una propuesta artística; es una necesidad, un compromiso creativo con la autosupervivencia; un principio de conservación que aspira a abortar un final ya suficientemente guionizado.
Escultura que es Cultura. Cultura tecnológica la de este escultor/ingeniero industrial que recuerda que el progreso es compatible con la conservación inteligente. De la misma manera que este mensaje conservacionista es compatible también con la sensibilidad y la belleza. Porque el vidrio es luz y Pablo Pizarro incorpora este tercer elemento (la luz) para destacar las dimensiones de sus materiales. Focos que ponen el suyo sobre las oquedades, el color y el volumen de unas piezas con madera de perdurar, con la claridad de un vidrio que es reflejo de la última faceta creativa del artista: la imagen, el video, que es como el vidrio pero proyectando la “r” de “reciclado responsable” sobre la pantalla de nuestra conciencia colectiva.
Por eso, la iluminación de “Entre maleza” es cuasicinematográfica. Película apocalíptica que rueda Pablo Pizarro desde un arte matérico en extinción. Sus protagonistas (el vidrio y la madera), son los Humphrey Bogart y la Ingrid Bergman de esta Casablanca que es la naturaleza, casa común de negro futuro. “Entre Maleza”, que es color, trata de evitarlo.