El Soplado en la Real Fábrica de Cristales de La Granja
Existen numerosos métodos artesanales para trabajar el vidrio, como la técnica de vaciado o de prensado, si bien la más importante es la técnica del soplado. Inventada en el siglo I a.C. posiblemente en Siria, esta técnica supuso una verdadera revolución en el campo del vidrio, pues gracias a la caña de soplar pudieron hacerse piezas de mayores dimensiones, de paredes más finas y en un tiempo récord. Fue tal la importancia de esta técnica, que aún hoy se viene utilizando con escasas variantes.
El proceso es como sigue
El maestro extrae con la caña una primera toma de vidrio caliente o posta (a unos 1.100ºC) del crisol, y sopla a través de la caña realizando una pequeña burbuja de vidrio y la introduce en el molde adaptándose así a su forma para conformar el depósito de la pieza. Formado el depósito se aplica el puntil por el extremo opuesto a la caña, y acto seguido se desprende la caña de la pieza, para poder así terminar el recipiente dando forma a la boca o aplicando las asas. Una vez terminado el proceso, hay que “recocer” el vidrio, es decir, enfriarlo muy lentamente en un horno llamado arca de recocido o mufla. Cuando la pieza ha completado el proceso de enfriamiento, está ya lista para su decoración.
La Real Fábrica de Cristales de La Granja desde el siglo XVIII, elaboró sus piezas con vidrio al plomo (cristal) utilizando la tradicional técnica de soplado con caña. La producción actual de la Real Fábrica de Cristales se mantiene fiel a su tradición, tanto en la calidad de sus vidrios, como en las técnicas y modelos que reproduce.